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Arriba: El movimiento del polo norte Magnético de la Tierra a través del ártico canadiense desde 1831 hasta el 2001. Crédito: Geological Survey of Canada.
En la entrada anterior, relacionada con los primeros humanos en la India, llama la atención cuando los científicos expresan que todas las medidas paleomagnéticas de las proximidades del yacimiento mostraron una polaridad invertida, lo que significa que el sedimento precede al periodo posterior a la última inversión del campo magnético de la Tierra.
Últimamente, debido a los terremotos que han afectado al planeta (Chile 1960 y 2010, Alaska 1964,Indonesia 2004 y Japón 2011, etc.) aparte del desplazamiento del eje terrestre, se ha vuelto a tocar el tema de la inversión de los polos magnéticos de la Tierra.
En 2003 la NASA presentó un trabajo,del científico Larry Newitt de la Geological Survey de Canadá, relacionado con su investigación de ubicar el polo norte magnético de la Tierra, que por el momento, se encuentra desplazándose por la zona norte de Canadá, a unos 600 km aproximadamente de la villa más cercana: Resolute Bay, que cuenta con una población de 300 habitantes.
Los científicos saben que el polo magnético se mueve. En 1831,James Ross localizó el polo por primera vez. Después de él, nadie regresó al polo hasta 1904, cuando Roald Amundsen encontró el polo de nuevo y descubrió que se había movido — al menos 50 km desde los días de Ross.
Durante el siglo XX, el polo siguió moviéndose en dirección norte a una velocidad de 10 km. por año, llegando a finales del siglo hasta los 40 km anuales según Newitt, quien estima que de mantenerse el ritmo, el polo magnético abandonará Norte América avanzando hacia Siberia.
Al mismo tiempo, el campo magnético terrestre también sufre otro tipo de cambio: las agujas de las brújulas en África, por ejemplo, oscilan casi un grado por década. Y globalmente el campo magnético se ha debilitado un 10% desde el siglo XIX. El profesor de la Universidad de California, Gary Glatzmaier los considera moderados se si comparan con los acaecidos durante el pasado.
Algunas veces se invierte por completo, intercambiándose el polo norte y sur sus puestos, inversiones que quedan registradas en el magnetismo de antíguas rocas. Por lo que se sabe, las inversiones vienen en forma irregular, aproximadamente una vez cada 300.000 años; el asunto es que la última tuvo lugar hace 780.000 años.
Imagen: Las varas magnéticas en los alrededores de las crestas centro-oceánicas revelan la historia del campo magnético de la Tierra desde hace millones de años. El estudio del pasado magnético de la Tierra recibe el nombre de paleo-magnetismo. Crédito de la imagen: USGS
El campo se incrementa o decrece en todo momento y se sabe esto gracias a registros paleo-magnéticos dice Glatzmaier. El campo magnético terrestre actual es, mucho mayor de lo normal. El momento dipolar, una medida de la intensidad del campo magnético, es ahora de 8 × 1022 amperios × m2. Es el doble de la media del último millón de años, que es de 4× 1022 amperios × m2.
Para poder entender lo que sucede, habría que hacer un Viaje al centro de la Tierra.
En el núcleo de nuestro planeta existe una bola de hierro sólido, a una temperatura aproximadamente igual de caliente a la superficie del sol. Los investigadores lo llaman el «núcleo interno». Es un mundo en el interior de otro mundo. El núcleo interior tiene un tamaño del 70% de la luna. Gira con período propio, que es de 0,2º grados de longitud por año más rápido que el de la superficie de la Tierra, y cuenta con su propio océano: una capa muy profunda de hierro líquido conocido como el «núcleo externo».
Imagen: Diagrama esquemático del centro de la Tierra. El núcleo externo es la fuente del campo magnético.
El campo magnético de la Tierra se origina en este océano de hierro, el cual es un fluido conductor de la electricidad en constante movimiento. Descansando sobre el caliente núcleo interior, el núcleo externo líquido se agita furioso como el agua sobre una sartén al fuego. El núcleo exterior sufre también «huracanes» — remolinos generados por las fuerzas de Coriolis producidas por la rotación terrestre. Estos complejos movimientos generan el magnetismo de nuestro planeta a través de un proceso llamado efecto dinamo.
Utilizando las ecuaciones de la magnetohidrodinámica, rama de la física que se ocupa de los fluidos conductores y los campos magnéticos, Glatzmaier y su colega Paul Roberts han creado un modelo del interior de la Tierra en un supercomputador. El software que han creado calienta el núcleo interno, removiendo el océano metálico que flota sobre él, y después calculan el campo magnético resultante. Ejecutan el programa simulando el proceso a lo largo de miles de años y observan lo que sucede.
Los resultados reflejan lo que realmente ocurre en la Tierra: el campo magnético crece y decrece, los polos se mueven, y ocasionalmente se alternan. Han aprendido que el cambio es normal y que no debe extrañarnos. La fuente del campo, el núcleo exterior está, de por si, furiosa, arremolinada y turbulenta. «Ahí abajo está el caos», apunta Glatzmaier. Los cambios que detectamos en la superficie del planeta son un signo de ese caos interior.
Han aprendido también lo que sucede durante una inversión en la polaridad magnética. La inversión tarda unos pocos miles de años en completarse y durante ese tiempo — contrario a la creencia popular — el campo magnético no desaparece. Las líneas de fuerza magnética en las proximidades de la superficie terrestre se enroscan y se enmarañan y los polos magnéticos aparecen inesperadamente en lugares poco acostumbrados. El polo sur magnético podría emerger en África, por ejemplo, o el polo norte podría surgir en Tahití.Aún así, sigue siendo un campo magnético planetario, que sigue protegiéndonos de la radiación espacial y de las tormentas solares.
Arriba: Modelos del campo magnético de la Tierra realizados con un supercomputador. El de la izquierda es un campo magnético dipolar normal, típico de los largos períodos entre las inversiones en la polaridad. El de la derecha es la clase de complicado campo magnético que muestra la Tierra durante los trastornos de una inversión
En resumen, el campo magnético terrestre presente en la Tierra no es equivalente a un dipolo magnético con el polo Sur magnético próximo al Polo Norte geográfico, y, con el polo Norte de campo magnético cerca del Polo Sur geográfico, sino más bien presenta otro tipo especial de magnetismo. Es un fenómeno natural originado por los movimientos de metales líquidos en el núcleo del planeta y está presente en la Tierra y en otros cuerpos celestes como el Sol.
Se extiende desde el núcleo atenuándose progresivamente en el espacio exterior (sin límite), con efectos electromagnéticos conocidos en la magnetosfera que nos protege del viento solar, pero que además permite fenómenos muy diversos como la orientación de las rocas en las dorsales oceánicas, la magnetorrecepción de algunos animales y en los seres humanos su orientación mediante brújulas.
Una brújula apunta en la dirección Sur-Norte por tratarse de una aguja imantada inmersa en el campo magnético terrestre: desde este punto de vista, la Tierra se comporta como un imán gigantesco y tiene polos magnéticos, los cuales, en la actualidad, no coinciden con los polos geográficos. El Polo Sur Magnético se encuentra a 1800 kilómetros del Polo Norte Geográfico. En consecuencia, una brújula no apunta exactamente hacia el Norte geográfico; la diferencia, medida en grados, se denomina declinación magnética la cual depende del lugar de observación.
Polos magnéticos versus polos geográficos,futuro tema.
Ciencia@NASA
Wikipedia
Enlaces
http://ciencia.nasa.gov/science-at-nasa/2003/29dec_magneticfield/
http://www.phy6.org/earthmag/reversal.htm
http://www.phy6.org/earthmag/dynamos2.htm
http://www.es.ucsc.edu/~glatz/geodynamo.html
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